Estoy convencida de que cuando la Conselleria de Educación ordenó que se prohibiera la entrada a nuestros colegios de las enfermeras escolares no estaba valorando la seguridad y salud de nuestros escolares, sino que realizaba cálculos partidistas. Todos sabemos que el programa de enfermería escolar era defendido con vehemencia por la señora Oltra cuando estaba en la oposición. No dudaba en posicionarse ante pancartas y manifestaciones para pedir la presencia de estos profesionales sanitarios en nuestros coles, pero al llegar al gobierno de la Generalitat de manera asombrosa lo olvidó con rapidez.
Esa incoherencia tan evidente, ese decir una cosa y luego hacer lo contrario, podría ser el motivo por el que la Consellería de Educación decidiera prohibir que las enfermeras entraran en los colegios. Onda, y otros municipios de la Comunitat Valenciana también, les dejaba en evidencia al prestar y pagar con fondos propios un servicio que ellos habían prometido reiteradamente. Al ponerse ante el espejo no les gustó la imagen y decidieron romperlo.
A partir de ese momento no hemos dejado de pedir a la Consellería un ejercicio de sensatez y de sentido común, especialmente en este momento de crisis sanitaria. No pueden prohibirnos lo que precisamente ellos defendían. Nosotros no les reprochamos su incumplimiento y lo que hacemos es prestar ese servicio en nuestro municipio y para nuestros estudiantes. Finalmente la sensatez se ha impuesto en forma de rectificación. Ahora rapidez y que publiquen ya la Resolución autorizando el regreso de las enfermeras a nuestros coles.